hay una mujer furiosa con el que era yo una tarde
en que a mí no me correspondía ser
el que estaba
pero fui y furiosa
la mujer
no hacía más que odiarme
y sondearme con sus ojos
nítidos
no recuerdo bien a causa de quién
de qué
pero era un asunto odioso que no sé
en qué acabó
pero el odio de esa mujer
perdura
clavado y firme
en ese recuerdo que tal vez
quién sabe no lo sé
no me pertenece
Lapsusmnemoniae
Hemos vuelto en nuestra versión cibernética. Esta revista llamada Sociedad Anonima se enciende nuevamente esperando juntar nuevos adeptos. Este proyecto nació como un juego hace ya muchos años en el secundario y hoy renace de las cenizas como el ave fénix, por eso el nombre de blog es ave fénix anónima. Espero les guste y participen. Recibimos poemas, poesias, prosa con rima y sin rima. Axolott
viernes, 26 de septiembre de 2008
viernes, 5 de septiembre de 2008
miércoles, 3 de septiembre de 2008
Vida Tortuosa (41)
41* - Vida tortuosa
Yermo: (Tararea una cancioncita morosa y extraña)
Yano: -Qué onda?
Yermo: (Se interrumpe) -Nada, acá ando. Vo? (Continúa su ejercicio vocal)
Yano: -Yj... (Exhalación) tirando… como todos. ¿Qué estás… tara…rereando?
Yermo: (Se interrumpe) -Nada.
Yano: -Suena extraña, digo… parece una canción conocida… pero no la distingo… ¿qué es?
Yermo: -Siempre es conocida la vecindad de lo desconocido.
Yano: -¿Qué decís?
Yermo:- Nada. Que no puede resultarte extraña, porque la muerte es lo más común que hay en la vida.
Yano: -Uh… de vuelta con el mismo tema… siempre tan recursivo con lo mismo vos... ¿Qué era eso... tu marcha fúnebre? (Y estalla en un levísimo risus interruptus)
Yermo: -Sí. Estoy entonando mi pró-pia már-cha fú-nebre. (Categórico y cortante)
Yano: -Pero no es muy corta?
Yermo: -Sí, pero para mí tiene esa duración. Para cada uno es diferente.
Yano: -Aah… mirá vos...! (Fingiendo escaso interés) No sabía… Y en qué… estaría la… diferencia?
Yermo: -Y bueno… son varias cosas… qué sé yo… (De golpe, como activado y con tono burocrático, mirando al vacío) Cantidad de notas… Cantidad de palabras… Años vividos… Años felices de esos años vividos… Años infel…
Yano: -Ta bien… (Lo interrumpe, conforme, pero Yermo ahora sigue con el mismo tono maquinal)
Yermo: infelices… cantidad de esposas… cambios de domicilios… gradiente de…
Yano: (Lo para de una vez) -Ya está!... Ya entendí… (Tono embroncado).
Yermo: -Ah…
Yano: -Y de dónde leíste eso?
Yermo: -De un libro de conferencias…
Yano: -¿Un libro de… con-FERÉN-cias??
Yermo: -Sí, cuando lo termine te lo paso, si querés…
Yano: (Displicente) -Na, gracias… Yo solamente leo revistas de deporte…
Yermo: -Entonces tu marcha fúnebre va a ser menos extendida… importa mucho si hacés deporte…
Yano: -Pero yo no hago deporte… yo solamente leo revístas de deporte.
Yermo: -Ah… mucho peor entonces...
Yano: -Vo, Giyerrrmo, siempre estás hablando de la mueeerte y… (se muerde la lengua).
Yermo: -Y…?
Yano: -Y… nada… ¿qué edad tenés?
Yermo: -¿Por?
Yano: -No…(Con tono agudo, como atragantándose) prerrgunto… poor… prerguntaarr… (como pidiendo disculpas, voz finísima)
Yermo: -Noventicuatro ya, al borde de…(Suspenso, se miran)… de los noventicinco por suerte (Todo junto, en un suspiro).
Yano: -Cláaro. (Mayorizando la situación incómoda)
Yermo: -Claro por qué?
Yano: -Pst… nah… digo que… pst (Incomódo)… de ahí viene tuuu tu… interés por… por lo… es-sotérico. ¿Se dice así no? (Queriendo virar el tema) ¿ta bien dicho así?
Yermo: -Sí… no… qué tiene (Agudo) que ver la edad que tengo con eso de la marcha fúnebre?
Yano: -Bueno… vos siempre hablás de la muerte y… sinen-bargo… nunca te… te… morís. (tratando de ser lógico y mirando a lo lejos por miedo a mirarlo… como pronunciando un veredicto conocido, una verdad notoria)
Yermo: -Es cierto…
Yano: (Aliviado) -Por eso… bah… digo… que…
Yermo: (Se superpone) -Psst, nah… pero eso… eso es porque en la otra vida fui tortuga…
Yano: -Aaaahh…! (tono y gesto de “está loco de remate”)… Claaro… ahora sí… será por eso entonces…
Yermo: -Por eso, te digo… En algunos la marcha fúnebre es más larga, en otros… más… corta. La diferencia a veces puede resultar por cuestión de pocas... palabras… La vida… bueno… ya sabés…
Yano: -Sí, ya sé… la diferencia entre una vida y otra puede resultar de unas solas pocas palabras…
Yermo: -Tal cual, tu marcha fúnebre sería algo así… (se dispone a entonar, se detiene) pero no sé bien… por ahí me equivoco con algunos acordes… (con algo de modestia).
(Empieza a tararear una melodía y la interrumpe de golpe. Yano cae redondo el piso).
Yermo: (Tararea una cancioncita morosa y extraña)
Yano: -Qué onda?
Yermo: (Se interrumpe) -Nada, acá ando. Vo? (Continúa su ejercicio vocal)
Yano: -Yj... (Exhalación) tirando… como todos. ¿Qué estás… tara…rereando?
Yermo: (Se interrumpe) -Nada.
Yano: -Suena extraña, digo… parece una canción conocida… pero no la distingo… ¿qué es?
Yermo: -Siempre es conocida la vecindad de lo desconocido.
Yano: -¿Qué decís?
Yermo:- Nada. Que no puede resultarte extraña, porque la muerte es lo más común que hay en la vida.
Yano: -Uh… de vuelta con el mismo tema… siempre tan recursivo con lo mismo vos... ¿Qué era eso... tu marcha fúnebre? (Y estalla en un levísimo risus interruptus)
Yermo: -Sí. Estoy entonando mi pró-pia már-cha fú-nebre. (Categórico y cortante)
Yano: -Pero no es muy corta?
Yermo: -Sí, pero para mí tiene esa duración. Para cada uno es diferente.
Yano: -Aah… mirá vos...! (Fingiendo escaso interés) No sabía… Y en qué… estaría la… diferencia?
Yermo: -Y bueno… son varias cosas… qué sé yo… (De golpe, como activado y con tono burocrático, mirando al vacío) Cantidad de notas… Cantidad de palabras… Años vividos… Años felices de esos años vividos… Años infel…
Yano: -Ta bien… (Lo interrumpe, conforme, pero Yermo ahora sigue con el mismo tono maquinal)
Yermo: infelices… cantidad de esposas… cambios de domicilios… gradiente de…
Yano: (Lo para de una vez) -Ya está!... Ya entendí… (Tono embroncado).
Yermo: -Ah…
Yano: -Y de dónde leíste eso?
Yermo: -De un libro de conferencias…
Yano: -¿Un libro de… con-FERÉN-cias??
Yermo: -Sí, cuando lo termine te lo paso, si querés…
Yano: (Displicente) -Na, gracias… Yo solamente leo revistas de deporte…
Yermo: -Entonces tu marcha fúnebre va a ser menos extendida… importa mucho si hacés deporte…
Yano: -Pero yo no hago deporte… yo solamente leo revístas de deporte.
Yermo: -Ah… mucho peor entonces...
Yano: -Vo, Giyerrrmo, siempre estás hablando de la mueeerte y… (se muerde la lengua).
Yermo: -Y…?
Yano: -Y… nada… ¿qué edad tenés?
Yermo: -¿Por?
Yano: -No…(Con tono agudo, como atragantándose) prerrgunto… poor… prerguntaarr… (como pidiendo disculpas, voz finísima)
Yermo: -Noventicuatro ya, al borde de…(Suspenso, se miran)… de los noventicinco por suerte (Todo junto, en un suspiro).
Yano: -Cláaro. (Mayorizando la situación incómoda)
Yermo: -Claro por qué?
Yano: -Pst… nah… digo que… pst (Incomódo)… de ahí viene tuuu tu… interés por… por lo… es-sotérico. ¿Se dice así no? (Queriendo virar el tema) ¿ta bien dicho así?
Yermo: -Sí… no… qué tiene (Agudo) que ver la edad que tengo con eso de la marcha fúnebre?
Yano: -Bueno… vos siempre hablás de la muerte y… sinen-bargo… nunca te… te… morís. (tratando de ser lógico y mirando a lo lejos por miedo a mirarlo… como pronunciando un veredicto conocido, una verdad notoria)
Yermo: -Es cierto…
Yano: (Aliviado) -Por eso… bah… digo… que…
Yermo: (Se superpone) -Psst, nah… pero eso… eso es porque en la otra vida fui tortuga…
Yano: -Aaaahh…! (tono y gesto de “está loco de remate”)… Claaro… ahora sí… será por eso entonces…
Yermo: -Por eso, te digo… En algunos la marcha fúnebre es más larga, en otros… más… corta. La diferencia a veces puede resultar por cuestión de pocas... palabras… La vida… bueno… ya sabés…
Yano: -Sí, ya sé… la diferencia entre una vida y otra puede resultar de unas solas pocas palabras…
Yermo: -Tal cual, tu marcha fúnebre sería algo así… (se dispone a entonar, se detiene) pero no sé bien… por ahí me equivoco con algunos acordes… (con algo de modestia).
(Empieza a tararear una melodía y la interrumpe de golpe. Yano cae redondo el piso).
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