domingo, 5 de febrero de 2012

Osiris Troiani, un poeta que no perdona (el olvido)

LA LÁGRIMA RUBIA
(selección de poemas)
Osiris Troiani

Ed. Argonauta
Bs. As., 1951

El corazón a la intemperie

El corazón a la intemperie
qué días de sol y qué tempestades

Todo lo he perdido
por cobardía
me acurrucaba
bajo los latigazos del sufrimiento

Y la vida me dijo
helada de ira
Quédate con tu virtud

Quédate con tu virtud
triste gusano


El trueno en el museo

A media tarde
el verano exasperado
desenvainó su espada
y la hundió blandamente
en la penumbra del museo

El conservador en jefe
sudoroso
leía un viejo códice
su secretaria se había marchado
después de descolgar su sombrerito
del sexo de Hermes
y su bolso del tridente de Poseidón
las parejas de visitantes
preferían escribir sus nombres
con el paraguas
en la arena del parque

El trueno entró con el relámpago
y ambos desgarraron
el compacto misterio
la gracia ociosa

Las brumas se repliegan
un coloso de granito
agredido
se tambalea
los vidrios se desgañitan
se enciende respira
la plástica usada

El taladro de nácar
llega hasta las raíces
del sueño interrumpido

Muerde
la fortaleza de símbolos
todo se reanima
en la cascada verde

Brotan
de una mirada satisfecha
las azules mamas de la duda

Oh turbio
santuario de la inmovilidad
almacén de belleza
con sus escorias y gusanos
ahora sí te veo
vivir
la vida desatada
perentoria jadeante

El aire enfurecido
saca a la luz
como un ilusionista
otras formas
sin formas

Dejadme ver un accidente
una despedida
la aparición de un ángel
ruidoso
una muela que se desintegra
o tal vez una columna de humo
oblicua

Dónde están
la esparcida sangre
del relámpago
dónde la sorda pujanza
del trueno
que arrasarán un día
mi museo interior
donde nacen a toda hora
el dolor
con su encarnada amapola
el sarcasmo con su pechera
la libertad como un tigre
la ilusión siempre minada
desmoronada


El ángel ceñudo

II

Amor de mal e de bé ignorança…

Cuida de no pisar
al menos
la tumba del pasado

Olvídate de tu país

Olvídate
de la piadosa bruma
de la soledad

(que aún persiste allá
en velar todo lo que brilla
los perfiles agudos
las ordinarias calamidades
todo lo que pudiera devolver
su reflejo al cielo implacable)

Olvídate de tu combate

Ni aún con el pensamiento
vuelvas al oloroso bosque
sus ritos no te pertenecen
El sol bestia divina
te repudia


Cielo obsceno

El amor
bien podía yo esperarlo
siempre me sorprendía

Hojas crujientes batir de alas
un hombre en la fuerza de la edad
la mañana recién lavada
oh qué leve era la vida
viento precoz y hierbas locas

La alegre duplicidad
de la inocencia olvidada
olvidada un momento
cómo no ha de agitar
tu ternura

Mira
el escoliasta prolijo
conoce hoyo el lujo persa
de amor

Los finos aires ciñen
sus narices estremecidas
el amor se derrama
del desdeñoso ojo azul

¿Cómo reprochárselo?
Un cielo obsceno lanza
su reto
______Labran redes
de suave luz las estivales
cigarras
______Los sentidos
tienden sus emboscadas
No hay impostura
en desbordar los límites

Pero aparta ya
deja que me envuelva
en la niebla
del antiguo encantamiento

Tengo miedo la noche vocifera
me persiguen
esos rumores plenos de sentido
la empresa es insensata

Por Dios
tengo bastante

Devuélveme
la dulce melancolía
las tinieblas sagradas
mi corazón violeta

Flor carnicera
que aprisiona la mano
que la acaricia


Una razón para vivir

Corrí a la playa ardiente
me bañé entre las tortugas gigantes
bebí leche de cocos
descolgados a golpe de hacha
era un país en donde el aire
se renovaba con rapidez

Pero de pronto refrenó mi paso
un osario de ballenas

Y en ese loco exterminio
en toda esa podredumbre tendida
cobarde e inerte podredumbre
reconocí mi vida
de cada día

Cuándo podré acostarme
como un faraón
entre los siglos

II

Necesito una razón para vivir
y no la encuentro en un beso
ni en un redoble de tambor

ni en este porfiado ejercicio
de la poesía
sórdido como la usura

Necesito una razón
para afrontar la vergüenza
de la primera cana
sin preguntarme
Qué hecho Dios míos
de mí

Tomé partido
abrazo la Revolución
sin fe ni cólera
por el horror de estar solo
de que la caravana me deje en el camino

Por una bandera se muere
por una mujer se miente
hasta el último suspiro
para salvar el alma
se aprende la más refinada hipocresía

Pero yo necesito una razón para vivir


Un dios infame

No entres

No entres
Descubrirías
un sol desnudo
descubrirías mi temible orgullo
perverso como un príncipe

Nada fresco crece a su sombra
El dolor la alegría
sucumben a su mordedura
tóxica
El coraje se hace impúdico

Amar lo que otros aman en mí
qué cobardía
no habrá expiación
no habrá expiación estoy seguro

III

Abdicar inmolarse
En la bondad está el desprecio
en la sinceridad la hipocresía

Orgullo la duda
orgullo la certidumbre

Abdicar del orgullo
disolverse en un ilimitado amor
en una bella mentira

Sé que el espíritu no puede
vivir sin él
es la fuente el secreto de su energía
es su espina dorsal

Quebrársela

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