Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.
Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.
Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.
Juan Gelman
Este es un regalo de un amigo, MUY AMIGO, que el 11 me hizo feliz con una sola frase y despues me regalo este poema.
"... yo tambien tengo que estudiar... pero quiero tener otras prioridades..." o algo asi... y me hizo sentir muy especial, muy amiga, muy querida!... Gracias!!
1 comentario:
Belufiña, bueno... gelman es un gran poeta, no hay con qué darle, me pone feliz que te haya gustado el poema... Y en cuanto a lo de las prioridades, qué sé yo? Creo que no hace falta dar cuenta de la falta cuando falta, mejor es dejar la falta faltando a sabiendas de que nunca es mejor que falte... a sabiendas de que es falta que sobre en materia de amistad... "Cuenta lo que tienes", dice un escritor genial que hoy nadie lee...
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