viernes, 21 de marzo de 2008

soneteando o san-ateando

Lo despojamos de la luz del día
y del sosiego de la noche obscura,
le arrebatamos con pasión impura,
todo el placer y toda la alegría;


y como algo le queda todavía,
le arrancamos su blanca vestidura,
para que brille en toda su amargura,
su cuerpo de dolor y de agonía.


Pero el Señor de todo cuanto existe,
con tu rencor y mi rencor se viste,
y, poniendo en el sol sus ojos mudos,


ofrece al Padre, como eternos dones,
nuestros duros y obscuros corazones,
de tu rencor y mi rencor desnudos.

Francisco Luis Bernárdez
en Las Estrellas (1947)


Gaudí
LA CRUCIFIXIÓN

Que doblen sus cabezas los rosales,
puesto que la de Cristo periclita,
que enmudezca la voz de aquel que grita
pues calla el dulce Rey de los cristales.

Que se doble la punta a los puñales,
que es puñal cada espina que le irrita;
que duerma el mundo, porque ya dormita
quien adurmió culebras y zarzales.

Y que todo se apague o que suspire,
la estrella con la llama que tremola,
Jerusalén cercano no respire.

La tierra se ha quedado negra y sola;
que el viento, con el gran aliento, expire,
y que la mar no mueva ni una ola.

Fernández Moreno, el viejo
en Antología (1915-1945)


miércoles, 19 de marzo de 2008

potencia

y al partir de ahí
no hubo más silencio
que no fuera vos callar
que no fuera yo decir
querer contarte
sumarte y dividirte
sin restarme

como a un pedazo de tarde o torta
que sobra de una fiesta
(__________) que ya nadie
quiere compartir

ni llevársela en bandeja

sólo resta
que te pida esa propina absurda,

algunos márgenes de error donde arraigar
una ración irracional en relación a las caricias

que me eleves al cubo exacto de tu cuarto

lunes, 17 de marzo de 2008

Obligado a ir de vuelta

VUELTA DE OBLIGADO


Este es el Paraná, río de aguas serenas,
de superficie turbia y de alma cristalina,
que una vez se dejó abrumar de cadenas
para salvar de otras a la patria argentina.

El Paraná, que un día se lanzó como un pial
para voltear la escuadra en sangre y fuego envuelta,
pero que nada pudo contra el férreo rival…
El corazón me da, como el río, una vuelta.

Un simple monumento recuerda el día aciago:
sobre un fuste, una bala redonda de cañón
que parece la esfera transparente de un mago
donde el sol, refulgente, hace su predicción.

Y, sobre una barranca tordilla de esqueletos,
hubo una cruz piadosa que ahora ya no hay.
La habrá llevado el río, guardián de sus secretos:
la plantó su Poeta, y era de ñandubay.

Y lo demás es agua dormida y nacarada,
y brisa humedecida, y un pájaro a lo sumo,
y un rumor de infinito, un rumor de la nada,
y algunas formas vagas que se pierden en humo.

Un humo verdinegro: montes de la otra orilla.
Un humo turbio: un buque que hace su trayectoria.
Un humo angelical: aquella nubecilla.
Y un humo azul y blanco de cielos y de historia.

Ahora se acerca el buque: una gris chimenea,
y tres flores de mástiles, y una bandera huraña;
un nombre en una lengua que es inútil que lea,
y un puerto de una tierra conocida y extraña.

Parece que está inmóvil, encandilado, quedo,
pero se va en silencio, en silencio hacia el sud.
Ya se va, ya se aleja, ya se fue… Y yo me quedo
enredado en las torvas raíces de este ombú.

No importa. Al fin y al cabo, el río compañero
acaricia la costa, casco del barco mío,
con el mismo chasquido suave y aventurero
con que palmea el flanco mohoso de un navío.


César Fernández Moreno
en El Alegre Ciprés (1941)



acá venía una foto, próximamente
(a espera de la cámara de lea)

domingo, 9 de marzo de 2008

mejor decir que sí

REUNIÓN

Mejor decir que sí,
antes que te pregunten,
porque desde afuera
no se entiende lo que pasa.
Cómo se saludan,
qué papelitos ruedan entre sus manos.
Desde afuera no comprendo de qué se ríen,
¿dónde van a parar con esas corbatas?
O si hay que callar,
guiñar el ojo.
Cuándo hay que aplaudir…
y a quién.
Mejor decir que sí,
al inocente y al venerable,
al éxito y a la belleza,
a la riqueza y la prudencia,
al bien y a la autoridad,
al poder y al orden,
y al señor…
¡Sí señor!

Mejor decir que sí
y tratar de aparecer en la foto
en la última fila,
cerca de la salida.

1987
en Igual atacaría x 3
Horacio Pilar


COMENTARIO EN TORNO DE UN POETA GENIAL

La poesía es ante todo un ejercicio de la libertad. Liberación de la palabra antes constreñida por la gramática; el mensaje transparente y oxigenado por la imaginación del genio.

La poesía de Pilar habla con actitud de irreverencia, su boca es arma, su lengua es red que recoge los pescados hondos de las palabras que guarda el fondo del pecho, su lengua es látigo (“látigo decir”). Parece que cada vez que Pilar nos habla se vuelca, se desboca, se “va de boca” porque es su boca la que hace callar al silencio. El “silencio transpirará” en su poética dándole así un “portazo contra la soledad”.

Vallejo, su modelo, es una “quena suspendida” en lo más estrecho de las montañas (ya no más, nunca más, una lira europea importada). Es ese oráculo “tan acholado y Perú” el que enseña con su voz a adelgazar al silencio. En el poema Vallejo, In memoriam o Poética están las ideas más cristalizadas de toda la poética de Horacio Pilar, revestidas por sus símbolos preferidos: el ave, la piedra luminosa o meteoro o el triunfo del rayo sobre la noche, la voz que vence la soledad reinante, el grito del “recóndito reino” de los oprimidos o marginados o silenciados con voz.

Subyace en el mensaje: la fe en lo propio, el americanismo vital que hereda, que levanta, la poesía prístina, propia (“alma millonaria de su propia belleza”), pura.

Lapsuscalami

sábado, 8 de marzo de 2008

"Y fue a esa edad que vino la poesía a buscarme..."

Bssta

Poema
canción
amor

canciones
vida
corazón

amo
alma
amar

amo
vida
poesía
corazón

alma

alma

vida

canción

corazón

amor
canción

enamorar
alma

canciones

amar
amor

alma
alma
amor

alma
alma
amor

corazón

enamorar
almas

canción

almas
canción

canción
alma

corazón

canción
canciones

alma
corazón
canción

canción
corazón

amor
amor
amor
vida
amar

amor
amor
amor
alma
enamorada
corazón

vida
amor
corazón

corazón
enamorado
amar
enamorar

alma
poesías
corazón

amor
amor
poesía
amor

alma
amor
alma
aman
vidas
vida
amarnos

amar
amar
amar
amor

poesía
amor

poesía
amor

amando
poesía
alma

desamores

poesía

jueves, 6 de marzo de 2008

soneto

Ninfa


Estira el Sol su lazo de haz de luces
por asir la belleza de tu espalda,
pero, Dafne discreta, lo introduces
en un silencio rumoroso de agua.

Encendida, en el lago ahora luces
una ceniza ardiente en la mirada
y en los labios a Lázaro conduces
de nuevo al amor. Levántate y anda,

que la ninfa de tus sueños se allega
a un lugar del más acá de vos mismo,
allá, donde el corazón por fin niega
la fábula del dolor y su abismo.

Pero es la luz de Apolo que te ciega,
otra vez no es lo que ves: espejismo

sábado, 1 de marzo de 2008

cumplir, y de esta manera!

Nota a los doctos/as:

Estoy muy feliz del día que es... hoy ocurrieron ciertas cosas pequeñas, misteriosas... ínfimas quizás pero muy lindas y que a uno le dicen: "sí, viste!" Entonces uno se pone contento, deja el hábito (el ámbito) de la tristeza y se pone contento...

Gracias! Pongo el poema más feliz que conozco... Los quiere, Julián, agradecido...

SONETO XXIV

Amor, amor, las nubes a la torre del cielo
subieron como triunfantes lavanderas,
y todo ardió en azul, todo fue estrella:
el mar, la nave, el día se desterraron juntos.

Ven a ver los cerezos del agua constelada
y la clave redonda del rápido universo,
ven a tocar el fuego del azul instantáneo,
ven antes de que sus pétalos se consuman.

No hay aquí sino luz, cantidades, racimos,
espacio abierto por las virtudes del viento
hasta entregar los últimos secretos de la espuma.

Y entre tantos azules celestes, sumergidos,
se pierden nuestros ojos adivinando apenas
los poderes del aire, las llaves submarinas.

Pablo Neruda
(un poeta todoterreno
en todo los sentidos de la palabra)