martes, 6 de mayo de 2008

L'écume des jours

Prólogo de La Espuma de los Días
(libro entrañable y alocado, pero quién soy para recomendarlo?)

En la vida, lo esencial es hacer juicios a priori sobre todas las cosas. Pareciera, en efecto, que las masas se equivocan y los individuos tienen siempre razón. Pero hay que guardarse de deducir de ello reglas de conducta: éstas no tienen que necesitar ser formuladas para que uno las siga. Sólo existen dos cosas: el amor en todas sus manifestaciones, con mujeres hermosas, y la música de Nueva Orleans o la de Duke Ellington. El resto debería desaparecer, porque el resto es feo, y las pocas páginas que a continuación sirven para demostrarlo extraen toda su fuerza del siguiente hecho: el argumento es totalmente verdadero porque lo imaginé de cabo a rabo. Su realización material propiamente dicha consiste, esencialmente, en una proyección de la realidad, dentro de una atmósfera oblicua y recalentada, sobre un plano de referencia irregularmente ondulado y sometido a distorsiones. Como se ve, es un procedimiento confesable, si es que los hay.

Nueva Orleans, 10 de marzo de 1946
BORIS VIAN

domingo, 4 de mayo de 2008

Ardores Imaginarios



Me quema el ano. Alguien toca la puerta. Miro por el visor. Un cartero vestido de payaso me dice ¡soy del correo!. Abro la puerta. Me da una carta manchada de pintura roja (porque hay payasos que se pintan los dedos). Pero no la abro porque me quema el ano (ya lo dije!). Mi casa no tiene paredes. Solo hay una puerta: a un costado está la cocina; al otro mi habitacion y hacia el fondo, el ba o. La ducha es rosa. El inodoro es rosa estampado con flores del ceivo (alguien me podria donar un videt?). Pero no hay cortina. A caso creeran que yo me siento observada?. No. Ellos me ven y yo no los veo. Yo me aseo, como y duermo sin verlos. Pero aun asi me quema el ano. Yo quiero ir del colon al mundo. Quiero transformar mi materia en otra materia. Irme de un plano a otro plano del cuerpo. No, ustedes se equivocan, yo no lei tanto a Pizarnik. Eso si, fumo, soy asmatica, en mi infancia fui gorda y puede que sea lesbiana. Yo amo su poesia, pero no me confundan. Pero yo no los veo. Aunque alguna vez senti alguna que otra manito rozandome los pechos o sacandome un yogurt de la heladera. También sentí flashes de cámaras fotograficas. Escuche algun que otro gemido. En fin. Nada para asustarse. Nada que no pueda pasar en el universo de una casa sin paredes. Permiso, voy al ba o. Uno dos tres. Cero. Uno dos tres. Cero. Me cansé. Esto es peor que el purgatorio. Es peor que un yo sin escote. Listo. Haré como que mi ano no existe que no es parte de mi. Creo que es la unica forma en la que me puede dejar de arder . No me arde, No es mi ano...No es mi ano, No pasa nada. Escuchemos musica. Bailemos al compas de Nirvana...¡Yeah Yeah!!. Revoleando la oscura cabellera. Listo. No arde. No pasa nada. Mejor leamos el horoscopo de horangel y recemos a San culo. Inventemos poemas malos "yo te amo, ho mario no me dejes en el confesionario" (Mario era cura). Critiquemos a nuestros mejores amigos. Es bueno saber que uno es capaz de ser un sorete cuando tiene ganas. ALTO!!. La carta del payaso. Vamos a abrirla. Rtte: Maria Melinda MeLendez. Qué raro. Hacía tiempo que no pensaba en mi nombre. Yo cuando me hablo a mi misma me llamo cari osamente Cuqui o Pipi pero jamas por Maria Melinda. Como veran Maria Melinda es nombre de rubia. Mi mama queria que yo fuera rubia pero le sali mezcla de indigena, Prusiana y de esos tipitos que no me acuerdo como se llaman que viven en iglues (lugares muy frios donde las chicas y los chicos se dan besitos de nariz). Pero mejor volvamos a la carta. Estoy palpandola con los dedos. Al tacto es rugosa como la piel de mi gato Esquizo. Pero no es mi gato. Es la carta del payaso ese sucio que me toco los timbres (perdon, el timbre. Ese era OTRO payaso). BUeno me decidi a abrirla. Depacio, trato de tener precision y ....crashhh!! vuela el papel y en camara lenta se suspende en el aire. De adentro se ve algo asi como...pero que se asemeja a....pero tiene aspecto de. Mejor la cierro. Y me voy a dormir. Nooo mi ano!!. Me arde de nuevo!. Voy a recurrir a la pastillita. Voy al ba o. Uno dos tres. Cero. Uno dos tres. Cero. Nada. Pensandolo bien le podia pedir un coctel de purgantes a la abuelita, pero ahora que me acuerdo se la comió el lobo (gracias a la estupida de mi hermana caperucita). Oh la infancia. Oh la inocencia. No poder salir de la inocencia. Preferible perderla que encontrarla en un prostibulo. So quieto. So quieto. Mi caballo Rocinando (mezcla de Rocinante y Fernando septimo, uno de mis idolos mas idolatrados) va a verme al ba o porque siente que algo en mi no anda bien (el siempre esta en las buenas y en las malas). Estoy pálida, si se ores. Me encanta ser una chica Tim burton. Mi caballito me pregunta por mi pancita. "Yo quiero defecar los demonios", "armar molinos de alcanfor con las palabras". "Tocar el piano con las pesta as". Te estas yendo de tema querida -me dice Rocinando-. Te pregunté por tu panza y vos me respondes haciendote la poeta, lo que me faltaba. Para la mano, mala onda, estamos hablando bien -le dije-. Lo que pasa es que todo es malo hasta que se demuestre lo contrario. Yo no quiero una casa con paredes ¿entendes?. Yo no estoy en la estructura de la sociedad. Yo soy mala. Me visto de negro. Recibo cartas de payasos...me confunden con Mario Benedetti!!. Basta me cansé, si no respondes a lo que te pregunto, prefiero irme a pastar a un monte y no tener que escuchar estas pelotudeces. CHAU -me dice Rocinante. Pero ahora no me arde y mejor voy a analizar el contenido de la carta y saco: Un sacapu(n)tasUn pepinoUna pomada ManzanUn espiral fuyiUna puteada para el tarado que me mando a vivir en una casa como esta. ¡Basta!. Se escucha una bomba. Melinda sale volando por la ¿ventana? de su casa. Desmayada empieza a rodar y a rodar (mi vida !!) y termina a orillas de una playa desierta. Al otro dia despierta y dice: Quiero cambiar mi forma de vida. De pronto se sienta y mira a sus costados. De un lado esta sentado Platon y del otro Jesús. Le hacen una propuesta. Platon le ofrece irse de vacaciones a surfear al lago leteo (que ahora tiene mas movimiento porque implementaron el sistema FK-009 reproductor de olas). Jesus la invita a la ultima cena que se hará en Caix. El que no va descalzo no tiene admitida la entrada -ir con los pies limpios por favor-. Melinda se levanta bruscamente y dice ¡esto es absurdo, dejenme en paz!. Ella no creia ni en la filosofia ni en la religion. Se fue caminando a buscar un lugar donde poder librarse de su ardor. Pero hay un detalle. Ya no tenia nada adentro de cuerpo. La explosion la habia llevado a la liberacion del colon. Ya no habia nada de ardor. Todo estaba en su cerebro,
Continuará....

Pavimento




Estrellas desperdiciadas
descansan en el pavimento.

Despuntadas y
resquebrajadas
se extrañan
de sí mismas.

Y piensan:
lo gobernable
es sólo poesía:
ahora nuestros
cadáveres apilados
aúllan agitadamente
su sed de estrellas.

¡Basta!
Ya es hora de morder
mis alas negras
y de bailar la macarena
junto a la muerte.


Quisiera ahogar mis
peces en tus palabras.
Aunque…
ya no es más tiempo
de crepúsculos
violáceos…


La falta se enfrasca
suavemente con
forma de estrella
desahuciada:
las pequeñas puntas
avanzan hasta
penetrar mi desgarbada
materia.

Ahora prefiero ingerir
bocas: ya no quiero
más palabras que
hagan la guerra.

¡NO HUYAS!
Desearía poder
Darte de comer
pedazos de mi estrella:
pedazos de desgracias pavimentadas.


Daniela de la Cruz
(escrito hace ya mucho)

viernes, 2 de mayo de 2008

Si

En ese sentido el vino es peligroso:
cuando ya no queda nada que jugar en el día
no solamente a los chicos
se les ocurre ir caminando por el borde del cordón,
el que tomó de más porque amó de menos
se vuelve como un chico
y hace equilibrio en el cordón,
corazón, a que no me caigo,
a que sí, a que no, corazón.
Los chicos y los borrachos se pelean de vereda a vereda,
los chicos como borrachos, los borrachos como chicos,
sólo cuando se van los chicos el borracho queda solo
y solo se va caminando por el borde del cordón,
el que tomó de más se vuelve como un chico,
el que amó de menos, también como un chico
se sentará esta noche en el cordón,

Corazón, a que no me caigo,
a que no, a que no, corazón.

Alberto Szpunberg

lunes, 28 de abril de 2008

fghijk

fghijk no puede. Pobre estúpido.
Es ambivalente y no se da cuenta.
fghijk parece mudo.
No va a pasar fghijk.
Es despreciable, ostentoso, como si vomitara
/fghijk.
Muerde la arena. Nunca piensa qué significa
/fghijk.
El camión sepulturero no aguanta a fghijk.
Se horroriza cuando piensa que es cotidiano.
Se siente un diagrama fghijk.
El peligro de contar ojos rotos.
Ése fue el año de fghijk.
Es como si todo el día estuviera despertándose.
No se acuerda de su nombre, el inmundo fghijk.
Se arrastra en la mesa.
A veces duerme entre las sábanas.
No tiene sentido fghijk.
Vive mordiendo el aire.
No se acuerda de su barrio.
Es como un preludio fghijk.
Todos los autos son iguales,
parecen baldosas ramificadas.
fghijk no sabe lo que piensa.
fghijk no sabe volver a su casa.
Es ridículo romper fghijk.
No altera su mesa roja.
Está en la nada.
No hace nada.
Habla de color amarillo.
Es mucho más que cualquier cosa fghijk-
Se la pasa comiendo puentes.
Le gustaría tener sangre.
Nunca tocó el agua.
Vive diferente fghijk.
Es inexplicable fghijk.
Nunca se termina fghijk.
Cuando canta se parece al tiempo.
Todos interpretan fghijk.
Todas las filosofías hablan de fghijk.
Lo mejor que tiene es la filosofía fghijk.
Es el equilibrio viviente fghijk.
Es sólo un invento fghijk.
Es como creer en los magos.
Un azul desafinado.
Siempre se pierde tiempo buscando ese lugar.
fghijk no recuerda si tiene un problema mental.
Yo no sé qué sentiría si fuera fghijk.
Creo que tengo bastante de fghijk.
Me volvería más sísmica,
me parecería a la sopa.
Hay un loco que sólo repite fghijk.
fghijk.
Fghijk.
Fghijk.
fghijk.


Talí Waiss

en Imaginario de la nada
(2003)




viernes, 25 de abril de 2008

Señora felicidad

Yo no sé si podré convivir con tu mirada en pena de muerte.
Yo no sé cómo pensarás esa risa invertebrada y tu forma de vivir a bajosuelo.
Cuando te pierdas porque te busque creeré que es hábito de todos perderse
y cuando te encuentre al borde, al borde de donde quiera que te encuentres, creerás
que un hombre no sabe vivir sin antes matar (a una mujer, a otros hombres)
y algo del futuro se escapará de nosotros y ya nadie
nadie
sabrá si esta adoración tenaz que te tengo tiene esperanzas
o sólo me enamoré de tus limitaciones.
Yo no sé, repito, si podré convivir con tu mirada amarga y ciega,
presa bajo tierra
y en pena de muerte.


Héctor López
18-3-08








lunes, 21 de abril de 2008

Vos fumá


Vaivenes
(a Lucídia y mi desidia)

De pronto te animás.
Venís. Llegás.
Decís. Qué decís.
Te quiero ver.
No. A ver, hablá.
Decís.
Hacés que decís,
no,
hablás, mirás.
Mirás de reojo el reloj.
Hacés que te vas.
No te querés ir.
Amagás.
Creés que te voy a creer.
Insinuás. Te movés. Meneás.
Me hacés desear.
Ya quiero que te vayas
y volvés.
Lo notás.
Lo decís.
Hago que no lo noté.
Te reís.
Me mirás
las pestañas. Imaginás
que estamos en silencio
y hablás y hablás y hablás.
Hasta por los codos hablás.
Me revisás las pestañas.
Tenés miedo de mi sueño.
Hacés bien.
No, qué digo. Hacés mal.
Ya te vas te pregunto.
No te vas nunca me digo.
Y sos así.
Cuando llegue ni
te voy a extrañar.
Ese debe ser el modo mío
de extrañarte.
Saber que no te pienso.
Pensar que no te pienso.
Creer que no existís
cuando agitás los brazos para que no cierre las pestañas
y te ahogue.
Entonces te digo morite y te concedo la existencia.
Entonces suspirás.
Es un suspiro.
Yo quisiera un estertor de parte tuya.
Sabés que no sos lo que busco.
Sabés que no podés dejar que no te encuentre.
Sabés
y vos te morís igual.
Hacés que te morís.
Te morís de ganas de matarme.
Creés que me hacés creer que te morís.
Qué estupideces
pienso.
Ahora pienso que te mato
y revivís
y en la otra vida me querés
y yo también


te aborrezco.

sábado, 19 de abril de 2008

Cuando ella llegue, ¿habrá gris o verde en sus ojos, verde o gris en el río?




(…)
Cuando venga, ¿será sin avisar
mientras me esté hurgando la nariz?
¿Llamará a mi puerta por la mañana
o me pisará un dedo en el autobús?
¿Será como cuando cambia el tiempo?
¿Saludará con cortesía o sin educación?
¿Cambiará mi vida a fin de cuentas?
(…)

W.H. Auden
(tr. Javier Calvo)

viernes, 11 de abril de 2008

Viernes y hospital


a E.R.D.


Caminabas los corredores sin azulejos
hasta hacerte tarde
sin silencio el cerebro te tapaba el sueño desnudo
las ventanas sin sol tapiaban los costados grandes de tu sala sola
y tan de tarde esa mañana acostado galopaste la cama de tu borde
desbordado
inabordable
en la cornisa de tu carne
donde apenas hace sombra el esqueleto

y el baldío de nadie colindante
de tu tarde anochecible esa mañana
en que coartaste las pinzas intrigantes
de un cangrejo
y descaminaste el paso falso
el triángulo obligado
la tabla rota que hay debajo
su tres dimensiones postizas entre el musgo

y por fin enseguida
los duros cangrejos de la duda mutilados
los Cielos sucedáneos hechos polvo
los pulpos y las máculas rameras que borraste con el codo
y la hebra larga y suelta de la que nunca te soltaste
porque reincidiste en no dejar la vida en la ceguera lúcida del sueño
debajo del silencio arbolado de parientes
que por muerte de la idea de tu muerte son deudores de tu vida la de siempre
que ya es casi tan reciente
y si te marcó la parca en circunstancia
te bancó el estilete doctor de la caricia
el pulso
del corazón de los que te aman




sábado, 5 de abril de 2008

eurídice y orfeo



Campanada

Mi corazón da campanadas.
Ya redobla por tu nombre
con su fiebre enamorada,
la de plata pura dice:
María
la de oro sonoro dice:
Laura.

La risa rosa de tu boca
y tus ojos llenos de agua;
viento, tus manos que doblan
mi corazón de campana;
la de firme hierro da:
María
la de cobrizo son:
Laura.

Mi corazón,
mi corazón da campanadas,
din dan María, din dan Laura,
marialaura, marialaura.

Dulce ignorar el poema
que el compás del alma canta,
la trigüeña cabellera
de palomas y de ramas.
La de acero vocifera:
María,
la de extraño estaño suena:
Laura.

Por tu nombre ya redobla
fiebre ardiente, roja llama,
cerca tu cuerpo evapora
el tañido de campanas,
la plata blanca dirá:
María
el oro canoro quizá
Laura

Mi corazón,
mi corazón da campanadas,
que ya se evaporan como agua;
din dan María, din dan Laura,
marialaura, marialaura…